Desde la Asociación de Ganaderos 19 de Abril hemos trasladado a la Consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, nuestra preocupación ante la falta de homogeneidad en la gestión de la lengua azul, una situación que está generando incertidumbre y graves complicaciones para el sector ganadero.
La ausencia de una estrategia común no solo afecta la operativa diaria de las explotaciones, sino que compromete su viabilidad económica al imponer limitaciones desiguales según la región.
Ante la escasez de vacunas de algunos serotipos y la imposibilidad de vacunar toda la cabaña ganadera de un día para otro, comunidades como Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía han optado por flexibilizar los movimientos de ganado entre sus zonas restringidas y han alcanzado acuerdos interterritoriales que permiten estos desplazamientos sin necesidad de pruebas PCR adicionales ni de vacunación obligatoria inmediata.
Nos desconcierta profundamente que Castilla y León decida no sumarse a estos acuerdos, bloqueando los movimientos de ganado entre zonas restringidas de distintas comunidades al exigir PCR o vacunación.
No comprendemos por qué nuestra comunidad, que presume de apoyar al sector ganadero, insiste en adoptar criterios más restrictivos que, en lugar de ayudar, van en detrimento de nuestros ganaderos. Castilla y León siempre opta por una postura mucho más conservadora y más estricta que la del resto de comunidades. Esta diferencia de criterios en cuanto a sanidad animal no solo genera desigualdad entre ganaderos, sino que complica enormemente la viabilidad de nuestras explotaciones frente a las de regiones vecinas.
Creemos firmemente que la situación actual requiere la implementación de un protocolo único y equitativo para todas las Comunidades Autónomas. Esta medida permitiría a los ganaderos desarrollar su actividad sin comprometer su estabilidad económica y evitaría que haya diferencias de trato que favorecen a unas regiones frente a otras.